«Sorry» ¿No se inunda más? Macri ocultó parte de la verdad para llevarlo a escena en Ferro esta semana
La historia detrás de una obra que se planificó, gestionó y financió durante la gestión de Aníbal Ibarra y ahora Macri, que además entregó parte del negocio a la empresa de su primo, busca capitalizar como propia.
¡No se inunda más, carajo! Los
gritos del Presidente en el cierre de campaña de Horacio Rodríguez Larreta en
el Microestadio de Ferro se reprodujeron y viralizaron hasta el cansancio, pero
nadie se detuvo a analizar cuál era la verdad detrás del enunciado sobre esas
inundaciones.
Después de años de reclamos de los vecinos y comerciantes de los barrios
de Palermo, Belgrano, Núñez y Colegiales, Aníbal Ibarra fue quien tomó la
decisión política de avanzar con la obra necesaria para terminar con las
inundaciones: el entubamiento del Arroyo Maldonado.
Para esto puso en marcha negociaciones con el Banco Mundial, que el
primero de marzo de 2004 le entregó el primer crédito de su historia a la
Ciudad de Buenos Aires por el monto de 150 millones de dólares y con tasas que
no llegaban al 1%. Todo en el marco del
Programa de Gestión de Riesgo Hídrico, por lo que estos fondos solo podían ser
usados a ese efecto.
El Ejecutivo local envió un
proyecto de ley que fue aprobado por la legislatura porteña en diciembre de ese
mismo año. Se planeó la ingeniería de la obra, se establecieron las condiciones
y comenzó el proceso de licitación. Es
decir, ya estaba claro que es lo que había que hacer, de donde iba a salir el
dinero y en marcha la contratación, solo faltaba elegir que empresa se encargaría
y estampar la firma.
El 30 de diciembre del 2004 se
incendió el boliche “República de Cromañon” y causó la muerte de 194 personas.
El 15 de noviembre del año siguiente Ibarra fue suspendido y posteriormente
destituido de su cargo
En el 2008 Mauricio Macri, ya
como Jefe de Gobierno, adjudicó la obra a la empresa italiana GHELLA, que se
asoció con IECSA, la constructora insignia de la familia del Presidente, que
hacía poco tiempo había sido transferida a su primo mencionado en la causa de
los cuadernos, Ángelo Calcaterra, lo que le valió una denuncia penal por
coimas, fraude y sobreprecios.
Pero finalmente el 30 de junio de
2011 se inauguró la obra con la presencia de Macri, pero también de sus
antecesores: Jorge Telerman, Aníbal Ibarra y Enrique Olivera. En aquel momento
el mandatario afirmó, “esto fue posible gracias a que hubo continuidad en el
esfuerzo y por eso están acá conmigo ex jefes de Gobierno que participaron de
la obra”. Sin embargo, en tono
electoral, esta semana sostuvo que esa refacción “a nadie le interesaba porque
estaba bajo la tierra, no se veía”.
Más allá de la tergiversación al referirse a una
construcción que no planeó ni financió, el grito “no se inunda más”, también
colisiona de lleno con lo que sucedió en abril del 2013, cuando las tormentas
en la Ciudad provocaron ocho muertos: Cuatro en Saavedra, uno en Colegiales,
uno en Villa Luro, uno en Villa Ortuzar y uno en Villa Urquiza. Además el
Estado recibió más de 12mil pedidos de subsistidos por los daños ocasionados.
En aquel momento incluso desde la
Unión Cívica Radical pidieron que se investigue al entonces jefe de Gobierno
por abandono de personas, estrago culposo e incumplimiento de deberes de
funcionario público. La denuncia fue presentada por quien ocupaba el cargo de vicepresidente de la UCR Capital, Marcelo
Montero, y acompañada por la dirigente Lidia Zeballos, antes de que el
radicalismo se aliara con el PRO.
Por último, el temporal de
diciembre del año pasado convirtió a las estaciones de las
líneas A, B y C de los subtes porteños, en memes por su similitud con
las Cataratas del Iguazú. Como dijo el propio presidente, «Sorry», pero se
sigue inundando.
El grito de Macri podrá ser un
símbolo de campaña, cuya suerte será evaluada por la ciudadanía en Agosto y en
Octubre. De lo que no cabe dudas es que como metáfora de su actual Gobierno a
la Rosada, ocultó parte de la verdad para llevarlo a escena en Ferro esta
semana
La Noticia Web. Por Andrés Lerner